Recordando al compañero Manuel Garay

 Recordando al compañero Manuel Garay 


http://www.munivaldivia.cl/www/municipal_valdivia/Alcaldes/5.html



En Valdivia hay un pasaje llamado Regidor Manuel Garay. 
Un día del año 1985 cuando yo estaba en 2º año de Ing. Forestal en la UACH de Valdivia, don Manuel iba saliendo del casino de la U y nos cruzamos. Iba con manta, su pelo y bigote blancos y con un maletín; me miró y sonriendo me dijo "dile a tu abuela que vistes al Diablo!".

Todo sin detenerse debido a que como era el máximo dirigente del PC, y además de toda una vida como dirigente sindical, y ex Regidor (y ex preso político)  era no sólo muy conocido sino también seguido por la CNI a todos lados. 



Él era ahijado de mi abuela Rina Lavín, que había sido dirigenta del PC desde antes de la primera candidatura de  Salvador Allende (el lanzamiento de la 2º candidatura fue en casa de ella en Valdivia). 


Pero yo me detuve y lo saludé, aunque le noté cierta impaciencia para no comprometerme. Mirando para todos lados me dijo de improviso:

"Dígale al compañero de la Jota, que si la próxima vez que vengo no asiste al encuentro van a ser sancionados. Para qué tienen un comité local universitario, si no asume nadie su representación ni siquiera 'el público' " (el dirigente que era conocido, porque el resto era clandestino). 
Estaba muy indignado y me dijo que era el tercer viaje a la UACH. Me miraba con la esperanza que esta vez, al menos lograr un interlocutor! 



Ese año había ingresado la CNI a mi facultad en marzo, para obtener la información de los nuevos alumnos dado lo que se informó como "un enfrentamiento", donde había muerto un profesor nada menos que de la UACH ( Rogelio Humberto Tapia de la Puente, del MIR):


http://www.memoriaviva.com/Ejecutados/Ejecutados_T/tapia_de_la_puente_rogelio_humbe.htm


Y un estudiante de 4º año había sido detenido, acusado de portar armas en su casa!

El ambiente dentro de la U distaba de ser tranquilo, o más bien se vivía una "tensa calma" donde nada pasaba pero nadie quería figurar en nada. Si por un simple cuchareo de protesta en el casino en hora de almuerzo, había incluso estudiantes sancionados por el Rector delegado Ferrer Puga, primo de Pinochet. 



Por todo eso Manuel no esperó mi respuesta y se dió media vuelta, para continuar hacia la salida de la U. Yo tuve una idea entonces pero con el tiempo, he pensado que la idea fué de él que me la transmitió mentalmente. 


Porque yo que procedía de familiares presos, exiliados, un ex miembro de La Moneda incluso, padre preso político, había ingresado a la U en realidad para evitar ser llamado por el servicio militar. Cosa que no logré porque me llamaron igual sólo que después de una tarde, escuchando discursos patrioteros que me daban risa y tuve que morderme media lengua, nos dejaron libres ya que:
"esta casa honorable y patriótica lamentablemente no puede albergar ahora, a todos Uds. como habrían querido por falta de comodidades". 



Y más que ir de bajo perfil ingresé alejado de lo político, para conocer el terreno que estaba pisando. Apenas ubicaba a Francisco Bello Doren, el gran dirigente que tuvo la Jota universitaria a nivel nacional, con permiso de la U. de Chile (el paro de la UACH el año 1986, fué el más extenso de todas las Ues chilenas). 

Pancho Bello en un encuentro de ex dirigentes universitarios, el año 2002:

http://www.uach.cl/rrpp/comunicados/septiembre_02/375_foroestudiantil.htm

En tanto, Francisco Bello (vicepresidente de la FEUACh en 1986 quien participó en una de las paralizaciones de actividades más extensa de la historia estudiantil chilena), al igual que Milkan Aymans y Mauricio Ruiz-Tagle, contó cómo era el movimiento estudiantil durante la década del '80. Al respecto, dijo que en esa época la mayor lucha era contra las acciones represivas del régimen militar, entre ellas, la designación de rectores en las universidades nacionales. "Los rectores no estaban capacitados académicamente; sólo eran buenos funcionarios de la dictadura", afirmó Bello.


Describió que en esa etapa el movimiento estuvo constituido por "minorías con mucho coraje, muy cultas y preparadas", que lucharon por derrocar a Pinochet. "Nosotros contribuimos a fortalecer las organizaciones sociales. Había muchos grupos políticos y mucha actividad artística", puntualizó.



Y llevado por esa idea me dí vuelta y lo llamé ¡don Manuel! 
El viejo sorprendido dió media vuelta, quizá pensando en el peor escenario pero su rostro se iluminó, cuando le indiqué con mi mano el casino... 


"Le invito a almorzar!" le dije y vino rápidamente, con su manta y maletín en la mano. 
Me dijo "nada de eso, yo te invito a ti" mientras me miraba con algo de malicia. 
Había captado la idea que en el fondo era suya!    Simplemente dar una pauta a todos los compañeros, mostrándonos en una mesa charlando animadamente y reírnos así del temor que en todo caso era muy justificado. 



O tal vez reírnos de las causas del temor, de los sapos, de la dictadura! 
Fue la tónica de la generación ochentera, cosa no mostrada en el programa de TV tal vez por no ser políticamente correcta.
Las fiestas ochenteras eran lugares de discusión política, con olor a marihuana claro que sí y también aire de escapismo. 



Eso hicimos y él me contaba anécdotas, copuchas de la abuela Rina dirigente como cuando pusieron un lienzo en el puente Pedro de Valdivia que decía "Traidor" (por visita de Gabriel Gonzalez Videla a Valdivia).  El compañero que lo estaba acomodando, tenía que sumirse bajo el agua cuando pasaba un vehículo.  Y lo subían de nuevo con una cuerda!   




Así como si nadie nos rodeara mientras almorzamos y yo aunque de repente miraba cómo algunos estudiantes, acercaban sus mesas y nos seguían de reojo tampoco les dí mucha atención. 
Cuando terminamos, lo acompañé a la salida pero no dejó que lo siguiera fuera del casino, diciéndome "hasta aquí no más compañero, que tengo escolta". Habían dos tipos vestidos de chaquetón negro en una esquina, que yo no había advertido. 



Entonces retorné al casino despreocupado, salvo por algo que ocurrió cuando entré nuevamente: los muchachos y las chicas me daban la pasada... Me sentí raro pero estaba imbuído en las cosas que me había contado don Manuel . 

Tiempo después descubrí que él le daba ese aire de político de viejo cuño, a los eventos donde asistía ya que algo se prendía con su llegada.    La generación que puso al compañero Salvador Allende en La Moneda, la única experiencia socialista por la vía electoral en el mundo, requería dirigentes con carisma desde las minas del norte.

Es lo que nos queda a nosotros de ellos, su carisma porque con su sola presencia algo ocurre en su entorno.   No necesitan hacer saludos, besar guaguas, dar "señales" ni argumentar nada.
Simplemente ser...



Sólo por haber almorzado con él, pasé a ser una especie de autoridad!                  Unos barbudos me miraban de reojo y sonreían. 



De improviso se acercó un joven y flaco estudiante, que yo no conocía y me dijo sin mirarme "dile a Manuel que la próxima vez sí que me acerco a él. Es que estoy recién nombrado como secretario político, y todavía no me he adaptado a esto de ser público".
Yo para no ser menos le dije sin mirarlo tampoco, "no te preocupes que el viejo comprende bien eso". 
 



Y seguí hacia mi lugar donde había que pasar, por otras mesas repletas siendo la única vacía la mía. Me quedé ahí mirando unos horarios de clases, porque estaba aun capturado totalmente por la inesperada escena. 



Don Manuel falleció en la década del 2000 y su funeral, fué punto de encuentro de políticos y dirigentes que lucharon contra la dictadura, de todos los lados en una extensa caravana en Valdivia
 
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Hola, soy nieto de don Manuel. Muchas gracias por tus palabras, espero que todo vaya bien en tu vida. Es un orgullo para mi leer esto, mi madre está muy emocionada. Saludos cordiales!